El pasado martes celebramos por segundo año consecutivo, y durante el transcurso del campamento urbano en el colegio Camilo José Cela, la Velada Copernicana o noche de estrellas. Este año hemos tenido una participación mucho más numerosa que el año anterior, dado que a todos nuestros niños les atrae mucho la idea de pasar una noche fuera de casa… para nuestra sorpresa, a los de todas las edades: desde los más pequeños a los más mayores.

 

Ya desde el día anterior todos se mostraban especialmente nerviosos y entusiasmados, sólo con pensar la idea de compartir una noche con sus compañeros fuera de casa… y sobre todo sin sus papás. La cita era a las 21:00h, pero minutos antes ya se encontraban todos en la puerta del colegio, debidamente equipados con: su mochila, el saco , una bonita linterna y, sobre todo… cargados de ilusión!!! Eso se reflejaba en sus caras, impacientes para poder entrar, donde nadie quería llegar tarde!!!

 

Todos los niños disfrutaron de lo lindo de la velada y además… se encargaron de aprender muchas cosas sobre la temática planteada: Copérnico. Para ello, nuestros incansables monitores prepararon una gran variedad de actividades: el juego de los planetas, guerra de meteoritos y terminaron con la actividad de cuentacuentos que gran entusiasmos despertó en muchos.

 

Después de un largo día de campamento, y de varias horas de velada , el cansancio empezó a notarse, y con la ayuda del cuento y de una música relajante, poco a poco fueron quedándose dormiditos… pero no todos, ya que siempre hay alguno que le costó un poquito más…

 

Fue una noche demasiado mágica, hasta el punto de que el mismo ratoncito Pérez hizo su aparición… alguien pensaba que al no estar esa noche en su casa, el Sr. Pérez se olvidaría de él. Pero no fue así, el Ratón Pérez no quería perderse una noche tan especial!!! Y cuando nos despertamos, alguien se encontró junto a su saco un regalo… y con una expresión entre el desconcierto y la alegría, nuestro amigo David pudo compartir ese gran momento con todos los que allí estábamos, aún frotándonos los ojos, incrédulos de la magia Copernicana que acabábamos de presenciar!!!

Recuperados del sobresalto, terminamos la velada con un desayuno muy molón: chocolate con churros!!! Sin duda, el gran final de una aventura genial.

 

Mi conclusión: Alegría, entusiasmo, diversión, autonomía, madurez, agradecimiento y sobre todo, muchas ganas de volver a repetirlo. Estos sentimientos son los que yo pude percibir de estas… ESTRELLAS QUE BRILLAN POR SI SOLAS!!!

 

Flor (coordinadora)