El día más terrorífico del año ha llegado, y cómo siempre, nosotros sí que sabemos celebrarlo en el mejor sitio, en el cole.

 

Hemos ido llegando todos, algunos bien prontito, maquillados, disfrazados y listos para comenzar.

 

En toda la mañana nos ha dado tiempo a hacer un montón de cosas: desfile de momias, encontrar al fantasma, carreras de calabazas, ser el monstruo de debajo de las sábanas, etc.

 

A la hora del tentempié, hemos ido rumbo al comedor para prepáranoslo nosotros solitos. Un rico almuerzo a base de fantasmas de plátanos, calabazas de mandarina y monstruos de sándwich que nos ha calmado el apetito.
Mientras preparábamos y comíamos todo esto, Flor ha ido vaciando tres calabazas, ¡pero de verdad!, para enseñarnos lo fácil que se pueden hacer elementos decorativos para este día. Cuando hemos terminado hemos vuelto al gimnasio para continuar jugando y pasándonoslo de rechupete.

 

Y en un abrir y cerrar de ojos nos ha llegado la hora de comer, en la que hemos disfrutado de un “horripilante” pero delicioso banquete de Halloween. Después de un rato de tiempo libre para digerir bien la monstruosa comida, hemos vuelto al comedor para realizar un taller de arañas a base de materiales reciclados, y por supuesto, un dibujo de los monstruos y personajes que hemos visto a lo largo del día.

 

Los papis han venido a recogernos y no teníamos ganas de marcharnos. Con el maquillaje casi quitado, y los disfraces un poco arrugados, nos hemos despedido de este Halloween tan especial.

 

¡HASTA EL AÑO QUE VIENE!

 

Pilar (monitora del Camilo)