Termina la jornada para dar un respiro al conejito de Pascua.
Después de haber atravesado el cálido desierto, la frondosa selva y el frío Ártico, le decimos adiós hasta el próximo lunes, donde nos esperará para embarcarnos en otra nueva aventura.
Ayer tuvimos la gran suerte de devolver la alegría a los árboles que estaban tristes del Parque del Retiro. Tras el juramento de”caballeros del parque”, y en conmemoración al “día del agua”, nos fuimos en busca de centenarios que necesitaban nuestra ayuda. En nuestra caminata, disfrutamos de las hermosas vistas que nos brinda el gran pulmón de la capital.
Mientras tanto, los más mayores trataban de resolver un montón de pistas a modo de gymkhana. Simularon los desastres naturales y analizaron los niveles de contaminación del agua. Se convirtieron en unos auténticos biólogos.
El día de hoy ha estado pasado por el frío, porque hemos acompañado al conejito en su viaje por el Ártico. Tras mover enormes bloques de hielo, atravesar helados túneles y experimentar cómo andan los pingüinos, el hambre nos abordaba por el intenso ejercicio. Una vez repusimos fuerzas, creamos un divertido guiñol en el que contamos todas nuestras aventuras vividas por la mañana.
Los chicos del Campus también se concienciaron con el día del agua en el Retiro. No sólo con la importancia que acarrea el cuidar del planeta, sino con lo importante que es estar bien hidratado para practicar cualquier deporte. Después del atletismo al aire libre, el campeonato de ping-pong y la puesta en práctica de una técnica depurada de baloncesto, han ejercitado sus mentes jugando al ajedrez.
Es igual de importante ejercitar y trabajar el cuerpo, que saber parar, pensar y tener autocontrol al desempeñar cualquier actividad y/o juego.
Today we ended with the satisfaction of having spent a great day.