Un año más, hemos disfrutado de nuestro deporte favorito: el vóley. Una vez más, hemos luchado y peleado, pero no por ganar únicamente los partidos, también contra esta pandemia.
No ha sido fácil y todos los del equipo nos sumamos al recuerdo de las víctimas del COVID 19. Aún siendo un año difícil, no nos rendimos: entrenamos duro y no esforzamos. De ahí que uno de nuestros equipos hayan quedado subcampeonas de su grupo y otras, quintas (no menos meritorio, ya que había un nivel extraordinario en la liga).
Tras estos magníficos resultados, nos ganamos el mejor de los premios: disfrutar de un campamento de vóley-playa en Miramar. Hemos podido disfrutar de la playa y el mar y de nuestro deporte en un entorno diferente pero no por ello menos divertido.
Disfrutamos de la experiencia de montar en kayak rompiendo las olas y agotarnos en el castillo hinchable en medio del mar. Hemos reforzado nuestra amistad con las nuestras y hemos descubierto nuevas amistades, compartido veladas de diversión y risas y otras de cante y ukelele (más de una son verdaderas artistas en este ámbito).
En definitiva, le hemos puesto un broche de oro a una temporada atípica pero no por ello menos emocionante y vibrante, llena de emociones y grandes recuerdos y, como siempre, utilizando el deporte como guía para experiencias de vida y aprendizajes.
Ricardo García (Entrenador de vóley de los equipos del I.E.S. Príncipe Felipe).