Ah! ¿Que no sabéis que ocurrió? Pues seguid leyendo que os lo voy a contar.
Todo comenzó como comienzan las grandes historias, un lugar mágico, el Planeta Camilo, y una hora mágica, las 21 de la noche.
A esa hora comenzaron a llegar de diferentes lugares unos seres pequeñitos. Muchos iban muy cargados, tanto que no sabíamos si en vez de una noche se iban a quedar a vivir pero todos tenían algo en común, esa mirada.
Todos sabemos de qué mirada hablo, esa que tienes cuando sabes que vas a vivir una gran aventura. Esa mirada, mezcla de ilusión, nervios, expectación…
Lo primero que hicimos fue pasar lista para comprobar que habían llegado todos our astronauts.
After thata los más peques se les encargó una gran misión, debían encontrar al pequeño marcianín que se había perdido.
He and his brothers tenían una característica, especial, could shine in the dark!!!!
Así que con nuestras linternas encendidas fuimos en su busca.
Por el contrario, los mayores jugaron a “Capture the planet” y después se fueron to “Hunt the alien Manolín»
Después de esta gran aventura tocaba descansar así que nos pusimos los pijamas, nos lavamos los dientes y nos preparamos para dormir.
Para muchos era su primera noche sin Papi o Mami, pero la verdad que rodeados de amigos solo les echamos un poquitín de menos.
Además, para ayudarnos conciliar el sueño nos pusieron una proyección about the galaxy.
Mientras our astronautsdormían, los capitanes de la nave estuvimos vigilando, atentos a todo lo que sucedía: balbuceos, algún que otro ronquido… ¡e incluso la narración de un partido de fútbol! Hasta que llegó el amanecer.
Después de desperezarnos y aún con algunas legañitas fuimos a disfrutar de un estupendo desayuno que nos aportó la energía suficiente para disfrutar de este nuevo día.
Esta noche no sólo es emocionante para los niños también para los monitores y coordinadores que estamos con ellos.
Aunque es una noche larga en la que no descansamos todo se pasa a la mañana siguiente con su sonrisa y su beso de buenos días.