Como buenos exploradoresque somos no pudo faltar una aventura nocturna en las instalaciones del Camilo José Cela el pasado martes 9 de julio.
Comenzamos surcando los mares en nuestro barco de vapor. Cual fue nuestra sorpresa al comprobar que había surgido una avería en la sala de máquinas y que nuestro hermoso barco comenzaba a irse a la deriva.Todos comenzamos a achicar agua con la esperanza de sacarlo a flote, sin embargo acabamos en una isla dominada por extraños y desconocidos animales.
Cómo no, la valentía formó parte de nosotros y nos dispusimos a inspeccionar la zona buscando entre la oscuridad una civilización escondida. Todo ello con la presencia de los personajes de Willy Fog, que nos fueron acompañando a lo largo del camino.
Para poder conciliar el sueño después de tanta emoción, leímos un hermoso cuento que logró calmar los nervios producidos durante el viaje.
Además un rico desayuno nos esperaba al levantarnos con el fin de coger fuerzas para las aventuras que nos deparaban en las horas siguientes.
Una noche muy especial que a Pepe le hizo muy feliz.
Mil gracias.