El cuerpo es el primer instrumento de comunicación de un niño y por ende de todo ser humano. A través de él expresamos sentimientos, emociones y sensaciones, así como percibimos información acerca del mundo q nos rodea. Es así como los movimientos se convierten en palabras y el manejo y conocimiento de nuestro cuerpo potencia nuestra percepción sensorial y capacidad cognitiva.
La danza y la expresión corporal en la escuela desarrollan en los niños(as) habilidades de tipo:
• lógico- matemáticas: tiempo, espacio, forma y concentración;
• lingüísticas: expresión no verbal/verbal, memoria y comunicación;
• conocimiento de sí mismo y su entorno: autoestima, esquema y funcionamiento corporal y respeto por los otros;
• sociales: relación con los demás, trabajo en equipo, afectividad, orden y organización;
• creativas / artísticas: imaginación, ritmo musical, expresión y exploración.
Así mismo, bailar genera en el organismo la descarga de endorfinas, conocidas como las moléculas de la felicidad, las cuales se activan tan solo con pensar en algo agradable. Por lo tanto jugar, imaginar y danzar estimula su producción, llevando a los niños a la relajación y la satisfacción mediante la actividad física a la vez que aprenden.
Por ello, podemos resumir que la danza arregla la vida, incrementa capacidades cognitivas y la concentración, desarrolla mayor sensibilidad y capacidad de percepción y además genera espacios de socialización, libertad y creación, convirtiéndose así en una razón más para disfrutar en la escuela.
“La expresión mas autentica de un pueblo está en sus danzas y su música. Los cuerpos constantemente aprenden y nunca mienten.»
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