Como monitora de natación os voy a mostrar mi experiencia en las clases del grupo infantil (niños de 5 años) que realizo los viernes.
Es muy importante que tengan una buena base, esto no quiere decir solo con la forma física, sino que cojan confianza y se diviertan. Es fundamental que les gusten las clases y se lo pasen bien al mismo tiempo que aprenden. Y también que el contexto, como familiares y amigos, les animen, apoyen y les hagan verlo de una forma positiva para que el comienzo sea más fácil.
Al principio del curso nos centramos en la flotabilidad y la confianza en uno mismo para que sean capaces de superar el miedo. Al final, mi objetivo es que consigan una flotación sin problemas, que sepan sumergir la cabeza, hacer burbujas, tirarse sin ayuda, etc. Y así vamos realizando una progresión con juegos y dinámicas.
Como por ejemplo: al sumergirnos pasan por debajo del churro y ven peces imaginarios que deben describirme. Aprendemos a saltar, por lo que primero les ayudo con la mano que les proporciona mayor seguridad, luego saltan a la colchoneta, con diferentes estilos, etc.
En definitiva trabajamos una base para que puedan desarrollar las habilidades motrices: como reptar por la colchoneta, saltar, desplazarse por el agua, etc. Aprendiendo a mover los brazos y piernas a la vez en el medio acuático, al que no están acostumbrados, y así ayudarles a ampliar su coordinación.
Nos diferenciamos de los demás, entre otras cosas, por ser eficaces y responsables con nuestro trabajo y hacerlo de forma única y diferente. Utilizamos una metodología guiada y constructiva para que sean capaces de ser autónomos.
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