Fuera está lloviendo pero nosotros, hoy, vamos a ir a la playa. ¿Os parece?». Así comenzamos la clase de hoy.

 

 

Comienza un viaje que iniciamos encima de una esterilla que, en nuestra cabeza, coge forma de toalla, estiramos espalda y brazos con la excusa de ponernos crema. Nos sentamos en círculo y cada uno de los participantes va eligiendo un destino favorito.

 

 

 

Nos convertimos en un barco, cogemos unos remos para llegar hasta una isla, en esta isla nos encontramos con árboles, cobras, saltamontes, osos, etc… Aquí, el yoga y las posturas fluyen de la mano de la imaginación y la creatividad: ¡toca jugar!…

 

 

La clase de yoga permite a los niños experimentar y beneficiarse de esta práctica milenaria y tener un espacio de autoconocimiento, creatividad, relajación, fortaleza y diversión.

 

 

 

 

Katy (profesora de yoga del Valdeluz)