El día más terrorífico del año llegó y muchos de nosotros queríamos vivirlo en primera persona, ¡y que mejor sitio que en el castillo encantado del Camilo!

 

Nos pusimos nuestras mejores galas y maquillajes y entramos poco a poco a las estancias del castillo.

 

A lo largo de la mañana realizamos un montón de actividades: decoramos el castillo, desfilamos por una pasarela que daba mucho miedo y hasta movimos el esqueleto en el baile del Gran Salón del Castillo.

 

Después de tanto movimiento nos rugían las tripas y nos dedicamos a preparar un suculento almuerzo: compuesto por un entrante de fantasmas saludables, un plato principal de monstruos choriceros sangrientos y, como postre, no podían falta unos ojos y arañas dulces.

 

Para bajar este gran almuerzo volvimos a realizar una gran cantidad de juegos estremecedores, como el trasporte de las calabazas, ¿quién es el fantasma?, adivina qué monstruo soy, etc…. y en un abrir y cerrar de ojos nos llegó la hora de la comida en la que saboreamos un terrorífico pero delicioso banquete.

 

Después de llenar nuestros monstruosos estómagos tuvimos un ratito de juego libre controlado y, a continuación, volvimos al Gran Salón encantado para terminar nuestro día con la realización de manualidades como momias, calabazas, Frankenstein, vampiros y fantasmas…

 

Poco a poco vinieron nuestros papis a la fiesta, pero no sin antes olvidarnos de nuestra sorpresa de truco o trato… y así nos fuimos despidiendo de esta fiesta de Halloween tan espeluznante, pero a la vez tan especial.

 

¡HASTA EL PRÓXIMO HALLOWEEN!

 

Gemma (Monitora Camilo)