Hoy, 10 de septiembre, ha sido el último día del campamento urbano 2010, ¡pero no me ha sabido a despedida!
No es como el ya lejano 30 de julio en el que se sucedieron los abrazos y los lloros de monitores y niños pensando en una separación tras una larga convivencia. De hecho, hoy un niño se ha despedido de mí diciendo: “¡Hasta el lunes Paris!” y he pensado en corregirle y decirle que no, que ya se ha acabado.
Pero me he cortado al recordar que el Lunes comienza el curso: con sus madrugones, sus pupitres, sus deberes… y tantas cosas quizá no tan divertidas como en el campamento pero igual de necesarias.
A algunos los veré en la Ludoteca por las tardes o durante el curso y seguiré jugando con ellos; con otros quizá solo me cruzaré en la puerta del colegio. Pero para mí todos seguirán siendo mis chavalines. Ya me ocurrió otro año (son muchos ya trabajando con Facei ) que, después de varios meses, vi a uno de estos niños de la mano de su padre quien le preguntó: “¿Sabes quién es ése?” a lo que respondió: “Sí, es Paris, con el que jugaba en el campamento.” Y que te recuerden por haber jugado contigo, aunque solo hayas estado con ellos 15 días, me hace disfrutar cada día más con lo que hago.
Muchas gracias por todas vuestras muestras de afecto y por seguir confiando en nosotros.
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