¡Y por fin llegó el viaje de fin curso!
Los alumnos de 6º de primaria del colegio Camilo José Cela, partimos de Madrid el viernes con los nervios acumulados de todo un año y la energía necesaria para realizar todas las actividades que estaban preparadas. Y tras el viaje en autobús, allí estábamos rodeados de naturaleza entre gallinas, burros, ovejas, cabras y hasta pavos reales!!
Llegó el momento de hacer de aquello nuestro hogar por unos días: apañamos el cuarto, inspeccionamos el lugar, cenamos y sin darnos cuentas estábamos en la primera actividad, la velada.
Por grupos y con linterna en mano nos adentramos en la oscuridad, buscando así nuestra recompensa guiándonos tan solo por los sonidos.
Tras una media jornada de lo más divertida nos fuimos a la cama, había que descansar ya que el día siguiente sería un día de lo más completo.
Con el canto del gallo amanecimos, y tras desayunar nos dividimos en dos grupos, unos realizamos una ruta en bicicleta y otros disfrutaron de las balance- bikes. La ruta en bici se abrió ante un increíble paisaje con granjas, naturaleza y animales. Y las balance- bikes sacaron nuestro lado más competitivo, tras unas vueltas de reconocimiento empezó la competición.
Tras pasar esta mañana deportiva llegó la hora de comer, y después tocaba descansar pues nos esperaba una tarde de auténtica aventura, como la tarde se presentaba calurosa nos dimos un largo chapuzón, después nuestro lado más habilidoso se ponía a prueba: tiro con arco! Y para finalizar la aventura, circuito de Quads.
Después de todo tocaba, una buena ducha, acicalarse y ponerse guapo . Al acabar de cenar, alguna cara de cansancio, eso no impedía mantener la ilusión por empezar la velada temática, «la búsqueda del tesoro». Después a dormir, todos cayeron como troncos, ni una voz…ni un grito…solo silencio.
Y así llego el último día, no por ello menos activo, tras reponer fuerzas en el desayuno, jugamos al paintball en un circuito de tiro, y escalamos en la Torre de Aventura , algunos parecían auténticos escaladores a otros le flaqueaban las piernas pero sabían que una gran recompensa esperaba en la cima: laTirolina.
Llegó la hora de comer y recoger los cuartos, se empezaba a notar una sensación de tristeza por acercarse el final del viaje, despedirnos de los monitores que nos han acompañado todo el tiempo y con los que hemos compartido muchas cosas.
Para que el regreso no fuera tan duro nos quedaba una gran sorpresa, el sorteo de la bicicleta, tras unos momentos de tensión salió ganador… Álvaro Acebedo!!
Pusimos rumbo a Madrid, cansados pero muy contentos, y llenos de buenos momentos.
Ha sido un viaje breve pero intenso que siempre guardaremos en nuestra memoria con grandes y bonitos recuerdos.
Bárbara (monitora).
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