El Teatro como actividad extraescolar resulta una oportunidad para desenvolvimiento personal del niño, saliendo de la rutina diaria en la que el esfuerzo está referido a la atención y escucha del profesor. Supone una forma de expresión corporal y lingüística que desarrolla capacidades y aptitudes.
El Teatro puede verse como un recurso a la hora de querer potenciar capacidades que en edades tempranas son difíciles de apreciar y trabajar por los temores propios de un niño al qué dirán y la timidez característica de este momento en el que viven.
Explotar esas habilidades a través de la dramatización puede desde ya temprano, comenzar a darles una seguridad y confianza en ellos mismos con los que la expresión de sentimientos y sensaciones puedan mostrarse libres de prejuicios. Una seguridad que les permite un desarrollo personal en su proceso de crecimiento y madurez.
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