Hoy hemos vivido una de las mayores experiencias en nuestra vuelta por el mundo. Romy ha sido secuestrada!!

Para rescatarla hemos pasado por un montón de aventuras. Sabíamos donde estaba la princesa pero para llegar a ella hemos tenido que superar, por ejemplo, una zona de arenas movedizas. Usando un gran tronco y la fuerza de nuestro protagonista, Willy Fog, conseguimos colocarlo y poder cruzar de manera victoriosa.

 

En nuestro camino por la selva en busca de Romy encontramos un poblado de Hindúes que no nos dejaban pasar, querían que fuéramos sus prisioneros!!!!, pero conseguimos hacer un trato con ellos, si conseguíamos recolectar todos los cocos de la zona nos ayudarían a llegar hasta nuestra protagonista; aquí, nuestro amigo Tico, tuvo un papel fundamental, trepó hasta los árboles para cortar los cocos y, nosotros, gracias a unas telas que nos dejaron los hindúes, los fuimos trasladando hasta las cestas de nuestros “nuevos amigos”.

 

Una vez recolectados todos los cocos, ellos mismo nos indicaron el camino más corto para llegar hasta el lugar donde estaba cautiva Romy.

 

Este camino era más corto pero… Más difícil!!

 

Tuvimos que saltar grandes grietas, atravesar cuevas y escalar empinadas paredes de roca!

 

Pero por fin llegamos al lugar donde estaba la princesa y esquivando la vigilancia de un gran elefante, conseguimos rescatarla.

Teníamos otro problema, nuestro barco, el Mongolia, se había hundido. ¿Cómo saldríamos de la selva?

 

Willy Fog, tuvo una gran idea: Formar palabras con nuestros propios cuerpos, y gracias a esto un globo que pasaba por allí vio la palabra que habíamos escrito, AYUDA! y mandó un barco para recogernos.

 

Ahora ya podemos seguir disfrutando de nuestra vuelta al mundo y vivir nuevas y grandes aventuras!!

 

María, monitora del Camilo.