El viernes 2 de noviembre en la jornada de escuela abierta celebramos Halloween junto a nuestros compañeros de colegio de la mejor manera posible: jugando.
Al llegar a nuestro castillo encantado cada uno se puso sus mejores galas (o las más terroríficas) para participar en el baile y los juegos organizados por el caballero zombi que allí moraba.
Empezamos decorando el salón principal con calabazas, máscaras espeluznantes, farolillos y retratos de nuestros monstruos favoritos. A continuación dimos paso al desfile inaugural en el que pudimos ver de todo: vampiros, brujas, demonios, fantasmas…
Tras ello comenzó el aterrador baile y los juegos propios de nuestra condición: las carreras de calabazas, adivina que monstruo soy, el laberinto del murciélago, descubre al fantasma… Así hasta que fuimos al salón principal del castillo a disfrutar de nuestro espeluznante banquete.
Por la tarde creamos nuestra propia mascota en forma de fantasma y un rico monstruo hecho de caramelos. El día llegaba a su fin y sólo quedaba esperar jugando a que vinieran los sufridos padres a buscar a sus “monstruitos”.
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