El pasado jueves nos despedimos del campamento hasta el mes de Septiembre y no lo hemos podido hacer de mejor forma que con un completo día de piscina.
Al llegar al cole ya notábamos que había algo diferente: podías elegir lo que prefirieras para desayunar, el comedor estaba vacío de materiales de talleres, podías jugar con balones y colchonetas o ensayar el baile final hasta que vinieran todos.
Los padres han estado más tiempo en la puerta. Agradeciéndonos el empeño y dedicación que les hemos demostrado, las horas de esfuerzo, comentando anécdotas de sus hijos y destacando las actividades que más les han gustado.
El camino a la piscina ha pasado casi volando: queríamos disfrutar al máximo de este recorrido junto a nuestros compañeros. Allí nos hemos tomado el tentempié de un bocado deseando pegarnos el primer chapuzón. Los monitores nos han recompensado permitiéndonos estar más tiempo en el agua e incluso ¡los grupos de mayores se bañaron en la olímpica!
Este año tuvimos que dividir nuestro gran espectáculo en dos “actos”: antes y después de la comida. Según llegaba nuestro turno nos pusimos nuestros disfraces, y nos preparamos para agradar a nuestro público: nuestros compañeros, niños y monitores de otros campamentos e incluso bañistas y personal de la piscina.
Llegó el momento de la despedida (muchos con alguna lagrimilla en los ojos) y nos hemos dirigido a la puerta donde nos esperaban los padres. Allí hemos recibido más muestras de afecto y agradecimientos mutuos y nos hemos deseado un ¡¡FELIZ VERANO!! y un ¡¡HASTA PRONTO!!
Las Coordinadoras han querido escribir una valoración de estas semanas de campamento que os pongo a continuación:
Todo el equipo estamos muy contentos con el esfuerzo y la participación de todos los niños y niñas, en la creación de Lorenzópolis, una ciudad más verde y sostenible.
Hemos aprendido que entre todos podemos cuidar, dar vida y mejorar el entorno que nos rodea.
Emma (Coordinadora Lorenzo Luzuriaga)
El “Urban Nature Camp” del Carlos III ha llegado a su fin. Ahora toca descansar y recordar todos los buenos momentos que hemos compartido juntos.
Construimos nuestra propia maqueta, luchamos junto a “Supergreen” contra la señora contaminación, aprendimos a sembrar en una maceta autoregable, conocimos los misterios que aguarda el mundo del campo y del huerto… pero sobre todo jugamos y nos divertimos mucho mucho.
No hay que olvidar que el campamento es un espacio de ocio para los niños. Son sus vacaciones a pesar de que tengan que madrugar un poquito. Por ello, tratamos de que se lo pasen lo mejor posible, disfruten del verano, compartan experiencias con otros niños y a la vez que aprendan un poquito sobre la temática. Aprovechamos un espacio lúdico para inculcar valores y conocimientos específicos. No todo se reduce a la lectoescritura.
Este verano en el Carlos III hemos duplicado el número de niños apuntados todas las semanas. El año pasado comenzamos con este nuevo proyecto y parece que se va recogiendo poquito a poco lo que sembramos.
Disponemos de unas instalaciones estupendas donde hacer los talleres fresquitos y jugar a la sombra de los grandes árboles. Las gymkhanas se hacen al aire libre y los niños disfrutan aún más sintiendo que están jugando “en la calle”.
Nosotras sólo nos quedamos con las sonrisas de los niños al salir de la clase. Sin duda este campamento ha estado lleno de energía e ilusión compartida.
Beatriz (Coordinadora del Instituto de Salud Carlos III)
Seis semanas jugando, compartiendo, riendo, bailando, reflexionando, reutilizando, haciendo amigos/as… y ahora nos toca separarnos hasta septiembre.
Cualquiera que trabaje en el «mundo de los campamentos» sabe que cada campa es un micro cosmos con sus propias normas, rutinas, amistades de campamento, complicidades… que hace que los que giramos entorno a él, nos veamos inmersos en este mundo de juegos, salidas y gymkanas, y que hagamos de esto nuestras vidas por unos días.
Así que ahora nos queda esperar a septiembre para continuar compartiendo grandes momentos juntos y juntas.
Stella (Cordinadora Tagore)
P.D.: Yo personalmente quiero agradecer las 6 maravillosas semanas que hemos pasado juntos a todos los implicados en este proyecto. A los jefes Flor y Alejandro; a mis monitores del Campamento y del Campus que han trabajado a tope (¡y me han soportado!); a las coordis (Bea, Emma, Stella y Susana) que han aportado su esfuerzo para sacar esto adelante y de las que cada año aprendo más; a los monitores de los otros campas, verdaderos currantes y artistas y, sobre todo, a los niños y padres sin los cuales esto no sería posible!!!
¡¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!!
Paris (Coordinador)
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