En un mundo cada vez más tecnológico, es crucial fomentar actividades físicas que, no solo promuevan el bienestar físico, sino que también contribuyan al desarrollo personal de los más pequeños. El patinaje es una de esas actividades que ha demostrado ser especialmente beneficiosa, además de divertida. ¡Va sobre ruedas!
Como monitoras, tratamos de fomentar el desarrollo físico, de habilidades motoras y equilibrio, la confianza y autoestima en uno mismo, promovemos la socialización y el trabajo en equipo y un nuevo estilo de vida activo y saludable.
Ya sea con patines en línea o sobre ruedas, el patinaje es una actividad física completa. Implica el uso de grupos musculares como las piernas, los glúteos y el core, para mantener el equilibrio y la estabilidad, que es la base del patinaje.
Nuestros alumnos, practicando esta actividad mejoran su fuerza, disciplina, coordinación y resistencia. Lo hacemos a base de circuitos variados con la ayuda de los conos, centrándonos día a día en mejorar la técnica y aprendiendo cosas nuevas.
El grupo de los más pequeños está orientado a adquirir conocimientos muy básicos del patinaje. Aprendemos a caernos, que es fundamental, para evitar hacernos daño, y sobre todo, concienciar desde pequeños que no pasa nada, que estamos aprendiendo, que forma parte del proceso.
Hemos trabajado mucho el equilibrio, la posición correcta del patinaje, para coordinar todo nuestro cuerpo. Fundamental también ha sido el proceso de aprender a frenar, las distintas modalidades posibles, apoyándonos en juegos dinámicos donde ponemos a prueba los conocimientos adquiridos. ¡Les encanta!
Los mayores llevan a cabo una clase más allá de alcanzar un nivel básico, llevan a cabo actividades más completas y técnicas, donde aprenden técnicas súper prácticas, divertidas y curiosas. Os animo completamente a todos a descubrirlas.
En resumen, ofrecer clases de patinaje como actividad extra-escolar es una inversión valiosa en el desarrollo integral de los alumnos. Desde mejorar la salud física hasta fomentar habilidades sociales y emocionales cruciales, el patinaje ofrece una amplia gama de beneficios que pueden enriquecer las vidas de los jóvenes de muchas maneras. Es una oportunidad para que los estudiantes descubran nuevas pasiones, desafíen sus límites y se conviertan en versiones más fuertes, seguras y equilibradas de sí mismos.